Si hay algo por lo que se caracteriza el
inmenso mundo del anime es por tener obras de los más variados géneros y temas.
Este anime es uno de esos casos que amplía aún más el extenso catálogo. Hanebado!, se titula este reciente spokon que
abarca un deporte no tan popular como el Bádminton.
Argumento:
El club de bádminton de la escuela preparatoria Kitakomachi de la
Prefectura de Kanagawa está falto de integrantes. El entrenador del equipo
conoce a una nueva estudiante que a pesar de aparentar ser delicada y frágil,
es muy buena jugadora e intenta convencerla para unirse al equipo. La exigente
capitana del club reta a la nueva estudiante, que le hace recordar una dolorosa
derrota en un encuentro en el pasado.
Cuando nos sentamos a mirar un anime nuevo
del que desconocemos totalmente su argumento, hay algo que ya comienza a tener
incidencia sobre nuestra opinión o apreciación de la serie, y es lo primero que
nos entra por los ojos; la estética de personajes, la calidad de animación, el
detalle del ambiente. Un buen punto de partida para comenzar esta opinión.
Desde el primer segundo del anime somos
testigos de una animación de muy alta
calidad; las gotas de sudor en el suelo, el volante (nombre que recibe la
pseudopelota de este deporte) cortando el aire en cámara lenta con tecnología
CGI, entre otros tantos recursos muy bien utilizados. Hay un excelente uso de las sombras y las luces
que me sorprendió demasiado porque le da mucha vida y realismo a las escenas.
Los personajes relevantes tienen una estética que aporta a la creación de su
personalidad. Los secundarios por su parte no destacan mucho. El ambiente también es de calidad, ni
hablar de las canchas que es donde transcurre la mayor parte de la historia.
El argumento tiene una historia de vida un tanto triste-dramática que une algunos
personajes y que se sostiene durante toda la serie. Sin embargo, como en la
mayoría de los animes de deporte, esta historia es muy básica. El verdadero
argumento siempre es la amistad, la evolución individual y grupal en cierta
habilidad, y superar desafíos. Dejando de lado el argumento, las demás escenas
que hacen a la historia son regulares y hasta infantiles en algún punto. Pese a
esto el anime es adictivo, es posible mirar todos sus capítulos de corrido o en
dos etapas.
La música sigue la línea de las escenas; melódica
en los momentos de reflexión y explosiva en los momentos decisivos de los
partidos. Sin embargo, no es algo a destacar. Me atrevo a decir que por sobre
la música se encuentran los efectos de sonido.
Para resumir todas estas evaluaciones voy a
recurrir a un puntaje: creo que un 8 es
justo.
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